¿Que es la salmonelosis?
La salmonelosis es una enfermedad infecciosa producida por enterobacterias del género Salmonella.
¿Cómo sucede?
La Salmonella es una bacteria que se encuentra comúnmente en nuestra cadena alimentaria y en el medio ambiente. Se transmite a través del consumo de alimentos o agua contaminada, así como por el contacto con personas o animales infectados. Los reptiles (como tortugas, lagartijas y serpientes) y las aves (como pollos, patos y gansos) son los animales más frecuentemente portadores de esta bacteria.
Es importante tener en cuenta que diversos alimentos crudos de origen animal, como carnes, aves, leche, productos lácteos, huevos y pescados, así como algunas frutas y verduras, pueden contener Salmonella. Esta bacteria puede sobrevivir y causar enfermedades si las carnes, aves y huevos no se cocinan a una temperatura interna adecuada, y si las frutas y verduras no se lavan correctamente. Además, la Salmonella puede contaminar otros alimentos que estén en contacto con carnes y aves crudas. Las aves de corral pueden portar estas bacterias, lo que puede contaminar el interior de los huevos antes de que se forme la cáscara. También es posible que los huevos se contaminen con los excrementos de las aves.
Cualquier persona puede verse afectado por la bacteria de la salmonella, pero es mucho más frecuente entre bebés y niños.
¿Cuáles son los sintomas?
Algunas personas no presenta sintomatología de la salmonelosis aunque, la mayoría presenta los siguientes síntomas entre 8 a 72 horas después de comer el alimento contaminado:
- Fiebre
- Diarrea
- Cólicos abdominales
- Dolor de cabeza
- Náuseas, vómitos y pérdida de apetito
Los síntomas suelen remitir en un plazo de 4 a 7 días. Muchas personas con salmonelosis se recuperan sin tratamiento, sin embargo, esta enfermedad puede ser peligrosa, especialmente para bebes, niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos, así como para personas con el sistema inmunitario débil o enfermedades crónicas.
¿Cómo evitarla?
- Lavar las manos con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular alimentos, así como después de usar el baño, cambiar pañales y tocar mascotas.
- Limpiar los utensilios, tablas de cortar, vajilla y superficies con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento y antes de preparar el siguiente.
- Utilizar toallas de papel para limpiar las superficies de la cocina. En caso de usar paños de tela, se deben lavar frecuentemente en la lavadora con agua caliente.
- Mantener separadas las carnes, aves y pescados crudos de otros alimentos tanto en el carrito de compras como en el refrigerador. Evitar colocar los alimentos cocinados en el mismo plato que se utilizó para carnes, aves y pescados crudos.
- Desechar los huevos sucios o rotos.
- Lavar los huevos solo si se van a cocinar o consumir de inmediato. El lavado puede eliminar la fina película protectora de la cáscara, lo cual permite que los gérmenes penetren a través de los poros y contaminen el interior del huevo. Por lo tanto, es recomendable evitar lavarlos cuando se planea almacenarlos.
- Utilizar huevos pasteurizados para preparar alimentos que contengan huevos crudos o poco cocidos.
- Cocinar adecuadamente los alimentos que contienen huevo, asegurándose de que la yema y la clara estén firmes, especialmente durante el verano.
- Evitar cambios bruscos de temperatura y temperaturas elevadas durante el almacenamiento de los huevos. Mantenerlos en el refrigerador después de su compra y sacar solo la cantidad necesaria en cada ocasión.
- En cuanto a las personas con diarrea activa que no pueden controlar sus hábitos intestinales (como bebés, niños pequeños y ciertas personas discapacitadas), se recomienda el aislamiento. La mayoría de las personas infectadas podrán regresar al trabajo o la escuela una vez que puedan controlar dichos hábitos, siempre y cuando se laven las manos adecuadamente después de evacuar.
¿Cómo es el proceso de recuperación?
La gran mayoría de personas afectadas por la Salmonella solo necesitan de líquidos para no deshidratarse o se recuperan sin tratamiento. Normalmente no se recomienda el uso de antibióticos ni de medicamentos que controlen la diarrea
¿En que casos debería acudir al médico?
- Fiebre alta (más de 38,6ºC).
- Diarrea durante más de 3 días
- Sangre en las heces
- Vómitos que no permitan mantener los líquidos en el cuerpo.
- Signos de deshidratación, como producción escasa de orina, sequedad de la boca y la garganta o mareos al ponerse de pie.
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